martes, 5 de noviembre de 2013

ANA DE LOS ÁNGELES



Queridos lectores de este humilde blog, es con mucha alegría que paso a presentar una nueva producción cinematográfica que ha sido realizada en mi patria, en Perú. El Perú es una tierra que ha visto florecer el Evangelio a lo largo de los siglos y ha ofrecido a la Iglesia Madre, hijos de una estatura ejemplar a los que les llamamos hoy santos. Ya en un encuentro anterior le dedicamos un tiempo de reflexión a lo que fue la vida y obra de San Martín de Porres, el santo y mulato de los pobres. Pero no podemos olvidar que esos santos son seres humanos como cualquiera de nosotros. La diferencia podría estar en la manera como estas personas han usado su libertad no solo para obrar sino sobre todo para amar. Ellos han amado la vida y al prójimo porque antes han sido amados por Dios y lo que desbordan es esa presencia de Dios en cada una de sus vidas y cada cosa que se cuenta de ellos.
Sor Ana de los Ángeles Monteagudo vivió en la ciudad de Arequipa, al sur de Lima. Pasó buena parte de sus años al interior de los muros del Convento de Santa Catalina, muy conocido por los turistas que visitan la "Blanca Ciudad" que es así como se le llama a Arequipa. 


Ana de los Ángeles nació un 22 de julio de 1602. Sebastián Monteagudo fue su padres, caballero español de acomodada posición , casado con una dama arequipeña llamada Francisca Ponce. Juntos formaron una familia numerosa, cosa que en aquella época era normal. Ana de los Ángeles fue la primogénita de 8 hijos. 
Cumplido los 3 añitos la niña es conducida por sus padres al Monasterio de Santa Catalina para que reciba instrucción y sea formada en la fe. Es por ello que desde una tierna edad, Ana se familiarizó con la oración, los Sacramentos y conoció a la persona de Cristo. Podemos decir que la virtud se le inculcó desde la cuna.
Pero ocurrió que al cumplir los quince años los padres deciden poner fin a su estadía en el Monasterio para llevarla de vuelta a casa porque en sus planes habían decidido desposar a su hija con un joven de la sociedad aristocrática, arreglando así con la otra familia un matrimonio para ambos jóvenes.
Ana, quien muy a su pesar dejó el convento tenía claro que Dios la llamaba a la vida religiosa. Prueba de ello fue el estilo de vida que escogió de vuelta a casa. Hizo de su habitación una celda y no renunció a practicar sus oraciones y devociones sin dejar de atender las cosas de la casa.


Llegado el momento de la presentación de su pretendiente, Ana le comunica su deseo y decisión de consagrarse a Jesucristo como su Esposa, cosa que le impedía corresponder a la solicitud del joven pretendiente. Los padres al ver la firmeza de la hija, intentan convencerla con mil propuestas, ofreciéndole lo que ella quisiera con tal de acceder a ese matrimonio. "Lo único que deseo es regresar al Monasterio".
Domingo fue un joven que encontrándolo Ana en la puerta de su casa se ofreció a acompañarla al Monasterio vistos los deseos que ella tenía de ser religiosa. Al llegar al convento, Ana le encarga volver a su casa y dar aviso a sus padres de dónde se encontraba.







Llegados los padres donde la joven se enojaron muchísimo y le increparon queriendo forzarla a retornar para cumplir con el plan de matrimonio que ellos tenían. Finalmente una de las religiosas del convento intercede en su favor pidiendo a sus padres que le concedan un tiempo dentro del cual las cosas se aclaren. Pero para Ana ya todo estaba claro. Su corazón ya se lo había entregado a Jesús. Por ello, algo se rompió aquella mañana. Por un lado fue el inicio del camino a su consagración pero por otro fue una herida profunda al ver el rechazo de sus padres, que por otro lado se mantuvo hasta el fin de sus existencias.






La historia continua con las pruebas que tuvo que atravesar durante el noviciado, su profesión religiosa como moja dominica y su nombramiento como Priora del Convento, lugar desde donde emprendió la reforma del Monasterio cuya vida fue alterada por la presencia de algunas viudas laicas que ingresaron para terminar sus días en ese lugar pero sin dejar su estilo de vida mundano.



Sor Ana de los Ángeles se destacó por su virtud cristiana. El Señor le concedió variados carismas como el de la profecía, la palabra de conocimiento, palabra de ciencia, el don de la bilocación... pero por encima de todas estas gracias en ella brilló la caridad.


Esta es la película del Director peruano Miguel Barreda, filmada en el Monasterio de Santa Catalina de Arequipa y en algunas casonas de esta ciudad, lo mismo que en la sierra arequipeña.
Nos cuenta la vida de esta santa peruana, no muy conocida por todos y sin embargo tan llena de virtud. Desde su niñez hasta su juventud e ingreso al convento de las dominicas.
Vemos a Ana madurar y convertirse en una presencia molesta para otras monjas. El Obispo de Arequipa, viendo el relajo que había en el convento la nombra priora.
Ana de los Ángeles supo responder a una vocación con total generosidad y entrega en una época (siglo XVII) en que el testimonio de la fe alimentó la tradición de todo un pueblo.




Título en Español: Ana de los Ángeles
Año: 2012
Director: Miguel Barreda
Duración: 115 minutos
Idioma: Español
Subtítulos: Español, Ingles,
frances, italiano y alemán.
Actuaciones de: Doris Guillén,
Adriana Cabrián, Eliana Borja,
Claudia Campos, Roberto Damiani,
Marta Rebaza, Carlos Corzo
y Gloria Zuñiga.
Menú Principal
Menú de Escenas
Menú de idiomas
Menú de extras.
Formato DVD5
Región ALL
Sistema NTSC






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